diumenge, 27 de març del 2011

Nunca me abandones (2010)


Poder liberar al ser humano del sufrimiento físico y de la enfermedad ha sido siempre uno de los objetivos que ha unido a ciencia y medicina, pero al mismo tiempo la ética y la moral han jugado en su contra. En un mundo en que la solución a muchas enfermedades pasa por criar a personas al servicio de la medicina, surgen grandes conflictos más allá de lo científico. 

 
Adaptando la novela de mismo nombre de Kazuo Ishiguro, el director Mark Romanek nos lleva a un mundo de inocente apariencia y superficial felicidad, tras el que se esconde un universo oscuro y agónico. Lo que se nos presenta en forma de alegre internado o escuela de nivel, resulta en realidad el vivero de seres humanos que acabaran nutriendo a la sociedad de órganos vitales. En medio de tan horrible escenario, triste característica de la que nos damos cuenta a mitad de película, surge la protagonista de la historia, la relación entre Ruth, Kathy y Tommy.

Kathy y Tommy son los niños sensibles, los diferentes, los introvertidos, mientras que Ruth es la vitalista, la social. Su intensa amistad durante la infancia, al igual que todo en sus vidas, cambiara en el momento en que descubren su porvenir. Así verán que sus vidas están marcadas por la exclusión y por su compleja utilidad social, pero al mismo tiempo por la esperanza. 



Uno de los grandes aciertos del largometraje es su joven reparto. Los principales papeles interpretativos son para Carey Mulligan, que ya tuvo un gran éxito con ‘An education’,  Andrew Garfield que en 2012 será el nuevo Spiderman, y la conocida Keira Knighley. Todos ellos destacan por su gran expresividad y sus interpretaciones en guiones con largos silencios consiguen llegar de manera intensa al espectador. La banda sonora, muy presente durante todo el metraje, y una fotografía muy atractiva, nos recuerdan que Mark Romanek ha basado parte de su carrera en el video musical.


‘Nunca me abandones’ es sobretodo una historia de amor, de amor imposible, en que circunstancias externas a la propia relación determinan el devenir de esta. Esta gran excusa para conocer al escritor japonés Kazuo Ishiguro, es una de las propuestas con mayor sensibilidad de los últimos tiempos, y a pesar de que en la primera mitad de la película existen momentos en que el ritmo resulta algo lento, el conjunto resulta muy satisfactorio, y consigue crear debate y no abandonar nuestra mente hasta pasado un buen rato.   

diumenge, 20 de març del 2011

Los chicos están bien (2010)


Una pareja lesbiana de mediana edad, sus dos hijos adolescentes y el donante de esperma que hizo posible que fueran madres. Estos son los personajes con los que la directora Lisa Chodolenko nos presenta esta divertida comedia protagonizada por Annette Bening y Julianne Moore.


Nic y Jules, dos mujeres que rondan los cincuenta,  han conseguido formar una sólida familia y criar a sus dos hijos sin ningún complejo, algo que afortunadamente va ganando normalidad en nuestra sociedad.  Joni y Laser son los adolescentes de la historia, cerca de entrar en la universidad ella y con todas las ganas de experimentar y de vivir el hijo menor. A pesar de no sentir la carencia de una figura masculina en su hogar, lo que si les llega es la curiosidad por el hombre que donó el esperma para que nacieran. Al ser Joni mayor de edad le es permitido conocer al donante, y así con su hermano se reúnen con Paul, un hombre cerca de los cincuenta, al que querrán integrar en sus vidas y que llegará a desestabilizar el núcleo familiar que forman con sus madres.

El gran guión de Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg está lleno de momentos cómicos de gran sutileza, pero no por ello olvida mostrar el dramatismo que surge cuando alguien cree estar perdiendo las personas que más quiere, tal y como le sucede al personaje de Annette Bening. La reconocida actriz ha logrado con esta excelente interpretación una nominación más a los Oscar, galardón que finalmente fue para Natalie Portman.


Julianne Moore, que ha presentado hasta tres películas en 2010, realiza el papel de Jules, e igual que su compañera de reparto, consigue una muy buena interpretación pasando del drama a la comedia de manera siempre convincente. El resto del principal equipo interpretativo lo completan Mark Ruffalo, habitual secundario en la escena independiente (Mi vida sin mi, Zodiac, Shutter Island), Mia Wasikowska que se diera a conocer con su papel protagonista en ‘Alicia en el país de las maravillas’, y el joven Josh Hutcherson.


 
Aunque no esconde grandes sorpresas, este largometraje de complicada temática logra llegar al espectador de una forma natural y directa, haciéndole sonreír y a su vez mostrándole la realidad de muchas parejas que en ocasiones se nos presentan de manera artificial y repleta de falsos tópicos.

dijous, 3 de març del 2011

Cisne negro (2010)


Darren Aronofsky ofreció a Natalie Portman el papel de su vida al convertirla en Nina, y la actriz respondió con una interpretación sobresaliente, sublime, y que seguro la acompañará el resto de su carrera.


En esta bella pero angustiosa película, Nina, una joven bailarina amante de la danza clásica, se enfrentará al exigente reto que supone el papel principal de la conocida obra ‘El lago de los cisnes’. El alto control que ejerce su madre, las presiones a las que le somete el director y la extraña relación que se establece con una compañera, llevarán a Nina a una loca espiral realidad-ficción, que llenará sus días pre-estreno de desconfianza, temor e inseguridad. 

Natalie Portman, que debió adelgazar gran cantidad de kilos para este papel, realiza la interpretación más notable de su carrera. La actriz, muy conocida ya desde sus inicios cuando rodara en 1994 junto a Jean Renó la película ‘Léon’, no había tenido aún, a mi entender, el personaje dramático que la situara para el gran público al nivel de otras jovenes actrices de Hollywood, como Hilary Swank, Angelina Jolie o Halle Berry.



El director estadounidense crea todo un mundo alrededor de la famosa obra clásica. Planos de cámara muy cercanos, una banda sonora muy presente que marca los tempos de la acción, y una escenografía que se llena de luz y belleza en los momentos de máximo esplendor, pero al instante es capaz de envolver a la protagonista en una profunda e insegura oscuridad, consiguen que el espectador no deba ni quiera apartar la mirada de la pantalla ni un solo segundo.

Aunque todo el peso de la historia cae sobre el personaje de Natalie Portman, el resto de interpretaciones no hacen más que sumar calidad al metraje. Así, cabe destacar, por citar algunos, a la ucraniana Mila Kunis, al francés Vincent Cassel o a la conocida Winona Ryder, que junto al resto de personajes cierran el círculo de un película muy bien acabada en todos los sentidos.

 
Cisne Negro, además de una de las mejores propuestas del pasado 2010, es una muestra de superación y sacrificio, y todo un espectáculo de música y danza, pero sobretodo, esta es la historia de un sueño, que  de tan deseado acaba convirtiéndose en obsesión.